sábado, 28 de noviembre de 2015

Trabajos de investigación y divulgación de Luis Seco de Lucena Paredes (II)




Difundió la obra de Ganivet, procurando dar informaciones las más precisas posibles,  mediante un estudio exhaustivo que publicó la UGR, y una serie de conferencias que dio a lo largo y a lo ancho del territorio español. Pero ahí no se quedaron sus esfuerzos ya que traspaso nuestras fronteras, y en 1967, en Roma, en el instituto español de lengua y literatura organiza otra conferencia aprovechando el centenario del nacimiento del escritor granadino.



Juicio de Ángel Ganivet sobre su obra literaria (cartas inéditas) 1962


En este estudio, el catedrático una vez más va a poner de relieve su predilección para la investigación; su título anuncia por sí solo la voluntad de su autor: delimitarlo a la mirada que Ganivet proyectaba sobre su obra en el momento concreto que la escribía. Juicio propio, que ha podido llegar a nosotros mediante la lectura de la abundante correspondencia aún guardada y custodiada por amigos y familiares.
Seco de Lucena en ningún momento emitirá opiniones suyas, como lo hizo su tío Paco al escribir el prólogo de la primera edición del "escultor de su alma".





En efecto, Luis no tendrá la suerte de conocer personalmente a Ganivet, ya que murió antes de que naciera, incluso, forma parte de una generación posterior con criterios muy diferentes, por lo tanto no quiere elaborar, ni una recopilación de los escritos que le fueron dedicados, ni tampoco quiere emitir ningún juicio, en este caso probablemente por pura modestia. Cosa muy diferente a la que ocurre con Paco, que será compañero de instituto de Ganivet, cursará Derecho compartiendo aulas, formará parte de los amigos de la Cofradía del Avellano, y por último, participará al gran homenaje que le rindieron sus amigos en el momento de su prematura muerte, editando su última obra y organizando en Granada su "mise en scène".



Dicho homenaje fue el día 1 de marzo de 1898. Se estrena de noche la obra de Ganivet "El escultor de su alma". En las páginas del El Defensor, se describe la obra y el programa que cuenta con un dibujo firmado por Ruiz de Almodóvar y por Isidoro Marín. Levantó tantas expectativas en el mundo de las artes, que Madrid reclama su primera representación, pero se hará según la voluntad de Ganivet, en Granada. Pablo Loyzaga modeló un busto de Ganivet para esta ocasión, trasladado posteriormente al Salón de El Defensor. Respetando la voluntad de Ganivet, el importe de 90 pesetas correspondientes a los derechos de la obra, se dedicarán a erigir una estatua a Alonso Cano. 


En las columnas de El Defensor aparecieron los primeros trabajos de Ganivet que enviaba por correo desde sus diferentes destinos. Artículos que más adelante se transformarían en libros.

El estudio se articula en V capítulos:

I- La preocupación por Granada, como tema literario
II- Costumbres, arte y literatura nórdicas
III- La inquietud por el futuro de la patria
IV- El ciclo de Pío Cid
V- Ganivet poeta, obras perdidas, trabajos poco conocidos, cronología de la obra ganivetiana

Vamos a ir descubriendo los temas tratados en cada capítulos.


Capítulo I: La preocupación por Granada, como tema literario




Plano apertura de la Gran Vía de Colón (Granada)

Este capítulo trata en una primera parte, de la elaboración de la serie de artículos que se publicaron bajo el título de "Granada la Bella", por vez primera en El Defensor, con un detenimiento en los dos que no llegaron a las manos de los lectores por juzgarlos Ganivet demasiado insinuantes;  y por otra parte, de la preparación del "Libro de Granada", posterior a Granada la Bella, y que iba a ser ilustrado con los dibujos de los amigos de Ganivet. 

Es comprensible avistar en el comportamiento de Ganivet el reflejo de lo que sus ojos han contemplado a lo largo de sus viajes por Europa. No sé si se puede calificar de enfado, de frustración, en todo caso de gran pena cuando escribe estas palabras transcritas una y otra vez "la idea de embovedarlo la concibió de noche, en una noche funesta para la ciudad" (embovedado del río Darro a su paso por el centro de Granada).

Brujas

Brujas


Canal Saint Martín


Ganivet desea despertar, a través de sus artículos dedicados a Granada, el interés de los granadinos, procurando que tomen consciencia y valoren las características que hacen de Granada una ciudad única. Desea comunicarles que los conceptos de ensanche aplicados en Granada con la apertura de la Gran Vía son ya obsoletos e inadecuados, y que existen nuevos conceptos de ensanche que se adaptarían mejor a la ciudad. 

Nos dice Seco de Lucena que cabe destacar que Granada la Bella fue recibida con gran aceptación entre el público, lo que sorprendió enormemente a su autor, pues pensaba encontrar un rechazo frontal. Gracias a ello poco a poco Ganivet cambia su parecer, empieza a deducir que tal vez exista un medio para proteger la ciudad de modernos proyectos, y su juicio tan severo se llena de una esperanza nueva, tal vez por ello pone tanto empeño en explicar las razones que le motivaron cuando destruyó dos de los artículos que no llegaron nunca a publicarse, por miedo a sentir incomprensión y rechazo. 

Por otra parte nos dice Seco de Lucena, que es curioso el interés que demuestra Ganivet y la ilusión con la que se lanza en el proyecto del "Libro de Granada". Probablemente funda sus esperanzas en su voluntad de hacer una obra didáctica, en la que los granadinos averiguarían por sí solos las bellezas de Granada elaborando nuevos medios con el fin de incorporarla al nuevo siglo. Fue también en El Defensor donde se publicaron unos cuantos de los escritos que formarán parte del libro, ya que el editor inicial de la obra no encontraba el momento de publicarla. 

En fín termina Seco de Lucena el capítulo primero con estas palabras: 

"Esa ilusión tropezó con el escollo de la pereza granadina, en el que siempre se quiebran las buenas intenciones".

Capítulo II: Costumbres, arte y literatura nórdicas


En este segundo capítulo nos explica Seco de Lucena en que condiciones y con que propósito Ganivet escribió "Cartas finlandesas" y "hombres del Norte". Ganivet con estos trabajos quiso abrir una ventana hacia tierras tan lejanas y acercar España a la literatura escandinava.

En primer lugar es menester decir que siguieron el mismo proceso que las obras citadas en el capítulo primero ya que se publicaron en El Defensor en varios artículos a lo largo de varios meses. Pero son tan diferentes una de otra probablemente por el público al que les destinaba su autor. Aunque Ganivet escribiera sus Cartas finlandesas con la idea de dar a conocer en España aspectos de la vida cotidiana del norte de Europa y otros datos más generales, no les dió lo que consideraba el lenguaje adecuado con "ciertas expresiones" ni tampoco destinadas a un amplio público con"expansiones de familiaridad excesiva". Por ello al proponerse realizar Hombres del Norte se sugiere a el mismo la necesidad de que el lenguaje sea propio de las circunstancias ya que se disponía a dar a conocer literatos importantes ofreciendo la posibilidad de tener informaciones de primera mano gracias a sus conocimientos. Es importante destacar que esta última obra no llegó a acabarla.


Capítulo III: La inquietud por el futuro de la patria

Para entender las inquietudes de los que vivieron en esta época y darle sentido a la palabra patria es necesario ubicarse de lleno en este periodo de la historia de España como nación. La recién terminada guerra de Cuba y de Filipinas deja el gobierno, la patria, la nación, en una continua pregunta que se repite incesantemente. Y por supuesto se enfrentan varias opiniones y deja a España en una situación económica y social aún más complicada si cabía.

En este ambiente Ganivet intenta dibujar el espíritu español siempre según él, capaz de resurgir de la nada como el ave fenicia. Así lo explicará en su libro Idearium en el que deposita muchas expectativas. De esta obra deriva el intercambio de cartas entre Ganivet y Unamuno en las páginas del El Defensor. Cartas a través de las cuales cada uno procederá al desarrollo de su punto de vista, contestándose con una serie de argumentaciones muy propias de sus ideologías. Lo que sí es cierto es que Seco de Lucena no dejó escapar la ocasión para volver a abrirle a Unamuno las páginas de su periódico en el que a partir de este momento se seguirá sus publicaciones (La vocación y el maestro) y se publicaran algunos de sus artículos (Ciencias y letras).

Capítulo IV: El ciclo de Pío Cid

El capítulo IV es el más largo ya que Seco de Lucena lo dedica al análisis por parte de Ganivet de sus obras más relevantes por su calidad literaria. Nos hace una propuesta en la que engloba El imperio Maya como el prólogo, Pío Cid como el desarrollo y finalmente El escultor de su alma como la conclusión, así el todo forma el proceso evolutivo del razonamiento de Ganivet, desde su nacimiento hasta su muerte. Dice el propio Ganivet hablando de su libro "La Conquista", que editó varios años después de haberla acabado y que hoy día provoca dificultad a sus admiradores en comprender su mensaje, estas frases que tal vez nos ayude a entenderlo: "Pío Cid en Maya, quise que fuera un Robinson español, un hombre de acción y de perspicacia, un transformador de hombres, si cabe decirlo así". Poco a poco Ganivet va ordenando sus ideas, sin quedarse nunca totalmente satisfecho del resultado pero sin embargo satisfecho de la impresión que causa entre sus amistades. Dice Seco de Lucena que En el Escultor Ganivet quiere transmitir un mensaje fundamental: "el alma posee una fuerza creadora, casi omnipotente que tiene su creación definida: perfeccionarse sí misma".


Capítulo V: Ganivet, poeta, obras perdidas, trabajos poco conocidos, cronología de la obra ganivetiana

En este último capítulo se citan los trabajos de los que Ganivet hace alusión en sus cartas pero no se publicaron, ni tampoco se conocen, ya que existen serias dudas que los llevara a cabo antes de su prematura muerte. 




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